...y ya le dirige palabras de ternura, ya le trae regalos que gustan a las doncellas: conchas, piedras pulidas, pequeños pajarillos, flores de mil colores, lirios; pelotas de colores y lágrimas caídas del árbol de las Helíadas... OVIDIO
martes, 6 de abril de 2010
Almost Alicia... y Tim Burton
Hace casi un mes fuimos a ver Alicia, más precisamente Tim Burton's Alice in Wonderland, y debo hacer esta aclaración porque he escuchado todo tipo de comentarios sobre esta película que me han hecho revisar mis impresiones y varias opiniones en la Red (una que me atrajo sobre todo puede leerse aquí). La película en 3D me cautivó no sólo por su realización visual, por la experiencia que brinda la tecnología de sentirse caer con Alicia por esa madriguera llena de objetos flotantes, o contemplar la naturaleza maravillosa, sí, la tecnología ayuda, pero no lo es todo (caso de Avatar, donde la tecnología fue muy importante).
El caso de la Alicia de Burton tiene que ver no sólo con que acudimos al cine a ver el trabajo del director, sí, vamos a ver la versión que tiene de la obra de Carrol, pero para mí fue la evidencia contundente del "equipo" o "colectivo" que es Tim Burton..., me explico. La tradición romántica depositó en el genio creador la responsabilidad de la creación, el talento residía en el individuo, y es culto al creador obnubiló no sólo a los demás que colaboran y son parte de la obra, sino también al público, incluso hay momentos en que la obra dejó de ser importante a la luz de la imagen adorada del hombre de talento. La mera suposición de que una obra emerja de la creatividad compartida sigue siendo algo a lo que no resistimos, y aún aceptándola el hecho de que Burton trabaje "siempre" con Deep y su esposa y la música se la haga "siempre" el mismo sujeto parece ser argumento (no sé de qué tipo) para inferir que el filme no es tan creativo, como si conocerse fuera en detrimento del trabajo propuesto, como si el director debiera construir un nuevo equipo para cada proyecto y bregar con las personalidades de sus nuevos colaboradores..., es curioso que este razonamiento se haga en función sólo de Burton y no respecto de Deep o de Elf.
Mantener la productividad en un equipo de trabajo no me parece algo que deba despreciarse, de hecho, me parece que uno asiste al cine de Tarantino, de Burton, de Eastwood, porque interesa lo que ese director o director-equipo (caso de Burton) tiene que decir. La novela de Carroll interesa en la medida en que ha sido reinventada en este director-equipo; pues otro argumento --que solemos esgrimir los lectores-- es que la película no sigue a la obra literaria..., curioso, en el caso de Muerte en Venecia, de Visconti, hay un juicio de excepción, que si los actores, que si el arte, que si, es decir, aquellos "accesorio" como la tecnología parece ser el punto fuerte en Visconti, pero no para Burton, no...
Dejémonos de juicios que no hablan de la película sino de nuestra propia idea de lo que debe ser el cine (idea por demás estrecha y contraria al espíritu del arte libre), Alicia de Burton ofrece la posibilidad de hacer hablar de nuevo para las generaciones que leyeron y para las que no, una obra cuya lejanía temporal e ideológica debería precisamente hacerla de difícil acceso. Burton no revive un clásico --por definición los clásicos no mueren--, y eso fue el reto, Burton-Carter-Deep-Elf nos regalan su exclusiva visión de un clásico y eso es lo que vamos a ver, la Alicia de Carroll hay que leerla, ni modo. Y para quiens disfrutamos la literatura por lo que es y no por lo que no es, quizá también deberíamos disfrutar la Alicia de Burton por lo que es y no por lo que no puede ser. De hecho, parte de lo que se hace en un caso como este (Charlie y la fábrica de chocolates, etc.) es corroborar el estilo de Burton-equipo, como hacemos al ver una y otra vez Infamous Bastards, Kill Bill (1 y 2), Gran Torino, Wall-e, vamos a gozar el estilo que ya conocemos de Tarantino, de Eastwood, de Pixar..., de hecho lo que más valoraremos serán los matices de humor en Tarantino, el atrevimiento temático que se refleja en el lenguaje de Gran Torino y el reconocimiento de lo humano en el adorable robot que por una suerte pixariana es el último reducto de lo que se supone es nuestra condición.
Almost Alice..., atravesando toda la película esta frase nos conduce más que a la Alicia de Disney, a la de Carroll, donde el miedo a ser es uno de los ejes, Alicia alcanzar a ser ella misma, dejar esa condición de "almost". Y en un mundo donde la queja se ha instalado y el conformismo sustenta nuestro inmovilismo, la frase no puede ser más oportuna: casi hombres, casi libres, casi ciudadanos, casi..., una condición sin lugar a dudas repugnante.
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4 comentarios:
qué bonita reseña, maestra. soy su fan.
Muchas gracias Aldo, qué gusto que la reseña te haya gustado, ah, y qué estupendo saber que tengo un autonombrado fan!, muy agradecida!
A mí "casi" me gusto ;) jajajaja no es cierto, comparto la idea sobre el juicio que se suele hacer de las obras basadas en..., por otro lado,me parece triste la falta de guiones escritos para cine especifícamente.
pues, creo que la originalidad está sobrevaluada o mal entendida en extremo... no sé, a mí si me gustó no es perfecta pero quede complacida.
gracias por la reseña
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