domingo, 23 de marzo de 2008

¿De qué sirve ser Patrimonio de la Humanidad o Nueva Maravilla del Mundo?



Esta es la entrada a Chichen-Iztá en la Península de Yucatán. Como todos sabemos este sitio arqueológico fue declarado en 1988 Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, y desde 2007 considerado una de las Nuevas Siete Maravillas del Mundo por iniciativa privada (todos recordamos el bombardeo de Televisión Azteca para que la gente votara).



Un letrero triple a la entrada hace constar el nombre del sitio y señala su cateogía de Patrimonio y de Nueva Maravilla. La foto que aquí ven es la de los torniquetes donde el personal toma nuestros boletos y da acceso al sitio, al fondo apenas se ve la entrada donde se compran dichos boletos.


Estuve en Chichen-Itzá el pasado martes 18 de marzo, en el estacionamiento se veían al menos 8 autobuses de turismo que llevaron a visitantes de diferentes nacionalidades al sitio. Para quienes han ido recordarán que hay un mercado de artesanías a la entrada, luego la venta de boletos, y en este recibidor locales donde se venden artículos para fotografía, souvenirs, helados, artesanías y un stand para la venta café, todo esto antes de entrar propiamente a ver las ruinas. Una vez dentro de las ruinas uno se encuentra de frente con la Pirámide de Kukulcán.


No es posible subir a las pirámides porque (según explicación de los custodios) la gente solía maltratar las piedras, dibujar o dejar constancia de su presencia en ellas (el famoso "Puto el que lo lea"), incluso las utilizaban como sanitarios..., así que ahora no podemos ascender. Uno, sin embargo, se pasea con gran libertad por ellas, excesiva diría yo, tal que llevó a uno de los turistas anglohablante a subirse (¿treparse?) a una de las columnas para tomarse una foto, a pesar de que una cuerda le impedía o, mejor dicho, señalaba que no había paso. Hay muchos puestos de venta de artesanías en los pasos hacia el Templo de los Guerreros, el Templo o Plaza de las 1000 columnas, el Cenote Sagrado y el Observatorio, improvisados puestos que venden exactamente lo mismo: madera tallada, máscaras, monos sabios, collares..., "Casi regalado, guan dolar, 10 pesos", "Diosas de la fertilidad"...


Me sentí furiosa conforme apreciábamos el lugar, no podía dejar de pensar en la falta de personal para salvaguardar las ruinas, la falta de infraestructura para hacer de esta visita (la visita a uno de los Patrimonios de la Humanidad) algo notable, memorable. Me pregunté si acaso no recibía, en su calidad de Patrimonio, algún financiamiento y de ser así, dónde podemos apreciar dicho financiamiento, y esa campaña de Televisión Azteca ¿acaso no podrá verse reflejada en algún jugoso donativo fijo?, ¿dónde está el beneficio para Chichen-Itzá, para los descendientes de quienes erigieron estos monumentos, para los mexicanos?

No podía dejar de pensar en que cuando visité en 2006 el Coliseo romano, por ejemplo, o los museos de Florencia y del Vaticano, el costo de la entrada era diferente para los miembros de la Comunidad Europea que para quienes no lo éramos, siempre pagamos más nosotros los no miembros, era, hasta cierto punto, lógico. Nadie se miraba molesto en la largas filas con pasaporte en mano, pagando 9 o hasta 12 euros, ¿cómo estarlo si estábamos por visitar lugares fundamentales para nuestros imaginarios occidentales? Me pareció sorprendente que los visitantes extranjeros aportaran tan poco a Chichen-Itzá de manera directa, y más al ver, en contraste, la depredación hotelera que sufren las playas de Cancún y lo que esos mismos vistantes pagan por vacaciones todo incluido (all in). Pienso que deberíamos imitar las políticas de lugares como el Vaticano, Roma, Florencia, Barcelona y otros museos, no veo ningún daño, ¿alguno de ustedes sí?

3 comentarios:

Capo dijo...

Hay un sin fin de ejemplos como el que mencionas. Sin ir tan lejos, Teotihuacan, Cacaxtla, Malinalco, Xochicalco, Tula, etcétera, en los que hay una terrible carencia vigilancia y de higiene en los alrededores y en el interior de los sitios; me ha tocado ver a imbéciles tirando basura de envolturas, después de tragar su contenido, en el pasto o entre los matorrales, incluso cuando el basurero más cercano está a unos metros. Obviamente esto me ha puesto de punta los pocos pelos que tengo. Aunque suene malinchista, eso es algo que en las europas es menos recurrente, ¡sabrá Dios por qué!...

Si bien las autoridades son muy responsables por el estado en el que se encuentran estos sitios (y hay que agradecer que aun podemos disfrutar de ellos), tembién hay que estar concientes de la poca cultura de respeto de los que vamos (y eso incluye a los extranjeros, que a veces son peores...) Sin mencionar el comercio aledaño que merece una mención aparte...

El aumento en las cuotas de no sería ningún problema, siempre y cuando el dinero se utilice para el mantenimiento de los monumentos y para reforzar la seguridad y la infraestructura de las instalaciones aledañas al sitio, y no vaya a parar a la bolsa de algún funcionario gandalla... suena familiar, ¿no?...

Capo

http://capodecadentistaysunuevoblog.blogspot.com/

Unknown dijo...

Gracias por tu comentario, Samuel, ciertamente parece un callejón sin salida esto de los sitios arqueológicos, aunque ahora la Secretaría de Turismo aparece mucho en spots televisivos creando expectativas (o una imagen políticamente favorable de su gestión: "hacer como que hacen"), basta visitar México para percatarse del abandono de los sitios.
Con todo, creo que una de las políticas graves o de las costumbres políticas graves es pensar de entrada en el turismo extranjero y descuidar al turismo nacional.
´Sobre la cultura de irrespeto en los sitios creo que es simplemente otra de las manifestaciones de decadencia educativa y de descuido personal. La gente no se comporta así sólo cuando visita Chichen-Itzá, Palenque, Malinalco, Teotihuacán..., no se comporta así en el centro comercial, en las vialidades, en las escuelas, en la cola del metro..., ¡¿qué tal en el cine cuando se ilumina la sala?!, ¿qué tal los salones de nuestras facultades de universidad pública después de clases?... Sucede que en los sitios no hay una ejército que ande detrás de la plaga que pueden ser los visitantes, recogiendo basura, recordándoles de no montarse en los monumentos o rasparlos, o pintarlos. ¿Cómo ves?

Anónimo dijo...

Tuve la oportunidad de ir a Chichén el año pasado, días después de todo el alboroto por ser la nueva maravilla del mundo...

...pareciera que pensamos "si es gratis, si no cuesta tanto, es porque NO TIENE VALOR"

Estoy de acuerdo en que los extranjeros debieran dejar mayor remuneración en estos sitios, ah, pero como dice el Capo, mientras el dinero no quedara en manos de las "autoridades" o "funcionarios"


…sobre la campaña que hizo TV Azteca, vaya, pero que buenos son los medios para vendernos productos: un presidente (2000) o un sitio arqueológico (2007) recuerdo que, mientras estaban las votaciones, mi abuelo me preguntó ¿Tú ya votaste por Chichén? Le dije que no votaría por Chichén, “lo haré por el Taj Mahal” se enojó bastante y reclamó “¿Pues que no eres mexicana?”

Realmente a mí me pareció patética dicha campaña. ¿De verdad estábamos valorando Chichén como un sitio PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD? O nomás era por el deseo del mexicano de sobresalir y superar records “aunque sea de algo”.

Me dio la misma sensación de cuando “superaron” (aquí no puedo decir superamos, yo no asistí al zócalo) el record de mayor gente desnuda con Spencer Tunick

…bueno, a pesar de todo, Chichén es hermoso, vaya que sí.

Saludos!