viernes, 22 de febrero de 2008

El libro es la útlima tecnología: portátil, requiere de un mínimo de energía para hacerlo funcionar, su durabilidad aún es mayor que la de otros soportes, es una mercancía cultural que no puede reducirse a sus partes materiales: aunque apiles y apiles libros nunca se fusionarán --¡gracias a Dios!-- como lo hacen los líquidos o los kilos de azúcar. Las posibilidades del libro son ahora más que nunca claras, la página es ya concepción hipertextual que nace con el libro. No podremos nunca reemplazarlo, pues no se reduce a ser un objeto, el libro es un concepto.

1 comentario:

Anita Iruretagoyena dijo...

¡¡jajajajajaja!!

¡Mariana!

Es un placer poder leerte y compartir hallazgos cibernéticos contigo.

Me hace pensar que tu clase trasciende todas las fronteras
Abrazos