...y ya le dirige palabras de ternura, ya le trae regalos que gustan a las doncellas: conchas, piedras pulidas, pequeños pajarillos, flores de mil colores, lirios; pelotas de colores y lágrimas caídas del árbol de las Helíadas... OVIDIO
miércoles, 30 de enero de 2008
"¡Santo niño iluminado!"
1 comentario:
Anónimo
dijo...
Todo acto poético evoca un milagro: el milagro del lenguaje, que, ¡oh paradoja!, se recibe en algún lugar de la sangre. El poeta desvela al mundo del letargo, lo recrea en todos los lugares posibles. Tú, como quería Chesterton, eres también un acto poético surgido de su voz en plenitud, al lado del maestro.
1 comentario:
Todo acto poético evoca un milagro: el milagro del lenguaje, que, ¡oh paradoja!, se recibe en algún lugar de la sangre. El poeta desvela al mundo del letargo, lo recrea en todos los lugares posibles. Tú, como quería Chesterton, eres también un acto poético surgido de su voz en plenitud, al lado del maestro.
Cauno
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