miércoles, 30 de enero de 2008

"¡Santo niño iluminado!"





1 comentario:

Anónimo dijo...

Todo acto poético evoca un milagro: el milagro del lenguaje, que, ¡oh paradoja!, se recibe en algún lugar de la sangre. El poeta desvela al mundo del letargo, lo recrea en todos los lugares posibles. Tú, como quería Chesterton, eres también un acto poético surgido de su voz en plenitud, al lado del maestro.

Cauno