jueves, 11 de junio de 2009

Viajar en el metro y pensar en la anulación del voto

"Mientras más chica sea la porción de la sociedad
que les da poder a los partidos,
más impunes van a ser los partidos
por favorecer a un sector muy reducido de población."
M. A. Granados Chapa

Supongo que muchos están ya familiarizados con la contracampaña acerca del ejercicio electoral del próximo 5 de julio, esta postura considera que la anulación del voto puede ser una acción que inicie un movimiento de reivindicación del voto y que transmita el hartazgo que los ciudadanos sentimos por los partidos políticos:

"Ante la frustración de los ciudadanos que no encuentran una oferta electoral creíble,
pese a la costosísima infraestructura de los partidos y los órganos electorales,
en crecientes segmentos de la sociedad --sobre todo a través del instrumento
de moda, las páginas de internet-- se extiende una campaña,
paralela a la de los partidos, para que el 5 de julio la gente
acuda a las urnas y anule su voto. Entre quienes participan en ella hay de todo:
jóvenes blogueros, políticos descontentos, analistas y ciudadan
os
que simplemente están, y así lo dicen, hartos del sistema…
"
Álvaro Delgado, Proceso

"Yo no voy a anular mi voto; mi voto lo anularon los partidos.
No me considero un mal ciudadano por no ver en los partidos
opciones convincentes por las cuales votar. Iré a la casilla que me corresponda,
pero no tengo por qué allanarme ante la confusión de las propuestas
ni ante la mediocridad de los propuestos."
Diego Valadés, Proceso

Es recomendable explorar los recursos reunidos en blogs o sitios como: anulo mi voto, anulomivoto, méxico voto nulo para conocer más que los argumentos el sentir detrás de esos argumentos, preguntarse, quizá ¿qué queremos cuando queremos anular el voto? (en el sitio de Sergio Aguayo se puede leer su columna "Los suicidas" que vuelve sobre esta decisión) y pareciera que este ejercicio ha resultado sano para preguntar por la naturaleza, origen, propósito del voto mismo..., en este sentido la contracampaña ha logrado atraer las reflexiones de analistas, autoridades en materia electoral como José Woldenberg, Miguel Ángel Granados Chapa, Sergio Aguayo, Carmen Aristegui, Lydia Cacho, o por varios columnistas en diarios. Granados Chapa en Plaza Pública propuso una altenativa a quienes desean anular su voto, promovió que en lugar tachar o anular el voto como se indica en los sitios arriba mencionados, se anotara el nombre de algún ciudadano a quien consideremos probo para ocupar el puesto de representante. Esta opción me resultó interesante, porque abriría la puerta a la autogestión y organización de quienes se identificaron con ese ciudadano, quizá esto sería la vía para la participación ciudadana que se propusiera hacer cambios en la vida democrática y sobre todo en nuestra cultura política.

Me puse a mirar detenidamente mi credencial de elector, y a la luz de lo que ahora venimos repensando deja de ser sólo "la identificación con fotografía" en que se había convertido, el requisito para cobrar cheques, para solicitar servicios..., y de pronto la miré con tristeza, desazón, decepción y sobre todo rabia y pesadumbre. Uno escucha a Granados Chapa hablar de la lucha social que logró el voto (Granados Chapa siempre habla de logros en cuestión de luchas y movimientos sociales), una recuerda que hubo quienes batallaron con la palabra, el cuerpo y las calles para que las mujeres pudiéramos votar, participar..., y es quizá que hemos nacido con la credencial en la mano, con el voto en la mano (con la Universidad allí)... y todo eso parece haber perdido sentido: no sabemos bien a bien de dónde nos llegan esos "bienes", y cuando nos enteramos sucede que no tenemos idea de qué podemos o debemos hacer con esos "derechos", o peor aún, comenzamos a dudar si hay (o ha habido) algo de real en el derecho al voto, en el voto como acción política.

Si llegamos a esta última apesadumbrada conclusión, difícil resulta no hacerla extensiva al resto de nuestros "derechos": a la educación, al trabajo, a la salud, a no ser perturbados en nuestros hogares, a expresarnos libremente, a un proceso justo ante las autoridades y por vía de la ley..., ¿serán estos derechos tan reales como el voto?, es decir, ¿tan frágiles o fantasmagóricos?

...y por supuesto añadamos a este clima las declaraciones del ex presidente Miguel de la Madrid, las de Carlos Ahumada, las de Roberto Madrazo, las de José Ángel Gurría: indignación, ira, repulsión, frenética risa..., nada basta para describir lo que se agolpa en el pecho: ¿esto es lo que hay?

Con ánimo de testimoniar reacciones, aquí dejo una imagen, la hallé en el metro, como verán es una calcomanía que dice "influenza por si no nos creen el circo electoral", y está pegada sobre una propaganda que promueve denunciar a quienes usurpan la práctica de alguna profesión; en la segunda imagen verán un acercamiento de la misma calcomanía, donde se lee "Mexicanos al Grito de Guerra 1810-1910-2010"


3 comentarios:

Anónimo dijo...

"Vamos a buscar, y a encontrar, a alguien que quiera a estos suelos y a estos cielos siquiera tanto como nosotros." EZLN
Bueno, pues hay otras propuestas lanzadas por otras fuerzas políticas, como la del ezln en la sexta declaración de la selva lacandona: http://es.wikisource.org/wiki/Sexta_Declaración_de_la_Selva_Lacandona
(sólo que a veces son poco conocidas porque no tienen eco en los medios masivos de comunicación)
La propuesta es construir, desde abajo y a la izquierda OTRA FORMA DE HACER POLÍTICA, o sea que no se trata de "quién ocupe el puesto" porque el que lo ocupe va a hacer lo mismo que han hecho todos, sino de la forma en la que estamos organizados para gobernarnos.
Vale la pena echarle una leída sobre todo porque las comunidades zapatistas, después de 15 años, siguen ahí y no han mentido, no han robado y no han sacado raja política para su beneficio.
Ellos y muchos otros plantean que la disyuntiva no está en VOTAR O NO VOTAR, sino en organizarnos y luchar por lo que es nuestro y por el país que queremos.

Anónimo dijo...

Buenas noches profesora, me da mucho gusto volver a pasar por su blog y encontrarme cosas nuevas.
Una perspectiva similar a la que anuncia al principio es la que he observado en algunos de mis compañeros, los cuales opinan que, ante las propuestas precarias de los partidos y las dudas que nos provocan, lo mejor sería votar en blanco. Aunque también es cierto que no discutimos mucho al respecto (y menos en los últimos días del semestre durante los cuales es casi imposible encontrar a alguien con quién platicar -si no se han ido de vacaciones se pierden en la dimensión desconocida de los trabajos finales-), pues lo poco va dirigido hacia esa posibilidad, y un poco hacia la propuesta del verde sobre la pena de muerte (ante la cual, honestamente, yo declino por completo, no creo que tal castigo se pueda aplicar de manera justa -para empezar ¿de qué manera se le puede quitar a un hombre el derecho a la vida y que esto implique justicia?- en nuestro sistema penal).
Me ha interesado mucho su comentario con respecto al valor del derecho de decisión (y sobre todo, el cuestionamiento a sí realmente tenemos tal derecho) electoral. También debo confesar que no había escuchado nada acerca de nombrar a una persona que consideremos representativa en vez de votar en blanco. Considero que es una gran alternativa, aun cuando yo ya haya tomado una decisión sobre el partido al que apoyaré.
Creo que a consecuencia de todas las desilusiones que ha sufrido el pueblo mexicano con respecto a sus representantes políticos el voto a perdido su verdadero valor, pues parece que, votemos por quien votemos, las cosas no pintan para mejor. En fin, creo que a pesar de esto el ejercicio del voto es indispensable y tener conciencia de este derecho (si realmente lo tenemos) talvez nos ayude a comprender mejor las instituciones (decadentes, corruptas muchas, y desastrosas para los intereses de la mayoría de los mexicanos, pero no invencibles ni todopoderosas) políticas mexicanas. De cualquier manera, espero que de algo sirva mi participación en este proceso.
Antes de despedirme me gustaría repetirle mi aprecio por su espacio, pues me parece abundante en reflexiones profundas (de esas que últimamente he visto escasear, siendo remplazadas por afirmaciones completamente superficiales), y sobre todo, un espacio conciente y sensible. Me agrada poder visitarlo y reconocer todo esto y disfrutarlo. Muchas gracias.

PD: Espero alcanzar lugar en su grupo del siguiente semestre y verla en Iberoamericana.


Jorge Alberto González Puebla

Anónimo dijo...

Esto de la anulación del voto nos trae reflexionando a varios. Se me hace impresionante que casi TODAS las personas con las que he platicado al respecto piensan anular su voto; el casi es porque también me he topado con el sector que ni siquiera piensa ir a votar. Se me hace curioso vivir esta situación, ya que será mi primera votación, y es en verdad extraño pensar en que mi primera vez en una casilla electoral será más bien para manifestarme de otra forma. Colgué en mi blog un video que ironiza con esta cuestión.
Un saludo :)